Nuestra Fundación ha solicitado la concesión de la Medalla de Extremadura al Instituto Provincial de Badajoz
Se cumplen ahora 175 años de la creación del viejo Instituto Provincial de Educación de Badajoz, en 1845. A partir de ese momento tanto aquel Instituto como sus dos herederos, el que fue instituto masculino, hoy IES Zurbarán, y el que fue instituto femenino, hoy IES Bárbara de Braganza, han mantenido esa apuesta por la educación y el progreso, un camino que se inició en la ciudad de Badajoz y poco a poco ha llegado a la totalidad de la provincia, jalonado de nombres de alumnas y alumnos, de profesoras y profesores que son hoy historia de la provincia de Badajoz y de toda Extremadura. Nombres vinculados al krausismo, a la Institución Libre de Enseñanza, a los principios que inspira el pensamiento de Juan Uña y de tantos pedagogos que, desde aquí, han apostado por la educación como solución a los problemas de la sociedad, pero también por la sociedad como solución a los problemas de la educación.
Se trata, por tanto, de una vocación de servicio público que acompaña el desarrollo y el progreso de nuestra región, y que en su 175 aniversario ha sido revalidada con el papel
esencial ejercido por la enseñanza durante los últimos y difíciles meses que ha atravesado la sociedad extremeña, no abdicando en ningún momento de sus obligaciones.
Entendemos que este aniversario debe recibir el reconocimiento de la sociedad extremeña, y de sus instituciones, por lo que como Fundación Juan Uña estamos promoviendo la solicitud de la Medalla de Extremadura al Instituto Provincial de Educación de Badajoz, en la
figura de sus dos herederos directos, el IES Zurbarán y el IES Bárbara de Braganza (y en ambos, a todos los centros de la provincia de Badajoz, fruto de ese primer Instituto) y te
pedimos que, si lo consideras oportuno, unas tu adhesión a las otras muchas que ya estamos recibiendo, y que la envíes antes del 30 de junio, para que se añada al dossier que solicita esta distinción que, de algún modo, acoge a todos los que trabajamos por la educación, por una sociedad mejor, y por Extremadura.
Pedimos tu adhesión a esa petición, bien rellenando el siguiente formulario:
o enviando un correo electrónico, con tus datos o los de tu entidad, a:
Muchas gracias por tu colaboración.
En todo caso te dejamos el inicio en el que es fundamental leer la reseña relacionada con Nuestra Fundación.
EL SENTIDO DE UNA CANDIDATURA: EL 175 ANIVERSARIO DE LA
EDUCACIÓN PÚBLICA EN BADAJOZ A LA LUZ DE NUESTROS DÍAS.
Los meses previos a esta solicitud han afectado a la vida de la humanidad, en conjunto, como antes ningún fenómeno o catástrofe había ocupado su
tiempo o sus preocupaciones: hemos vivido y aún vivimos un fenómeno universal. ¿Tiene sentido solicitar una distinción para algo tan pequeño, tan concreto,
como el 175 aniversario de la fundación de un centro educativo? ¿Por qué una
institución tan respetada como la Fundación Juan Uña se implica en una propuesta así, cuando a nuestro alrededor todo, a la luz de lo que nos ha ocurrido,
parece iluminarse de otro modo?
La respuesta, y el estímulo que lleva a proponer esta candidatura, tiene
que ver con el sentido profundo de la idea de educación en Extremadura: desde
hace casi dos siglos el Instituto Provincial de Educación de Badajoz, sus herederos y todos los centros que a su amparo han cubierto el mapa de la provincia, se
empeñan en un valor que estos meses ha brillado como pocos: el valor del servicio público, de la entrega a la comunidad, de la búsqueda del bien común como
sólo sabe hacerlo la educación pública. Hace 175 años, durante la crisis del 98,
durante la Gripe mal llamada Española, durante la República y tras la Guerra
Civil el Instituto -el único durante tantos años- ha sido una referencia de calidad, entrega y progreso. Y el desarrollo que aquellos viejos profesores, muchos
de ellos castigados a la entonces periferia de la nación por sus ideas progresistas, la búsqueda de la felicidad de sus alumnas y alumnos han brillado en todos
los momentos: también en su entrega durante los meses en los que el estado de
alerta, necesario para luchar contra la pandemia del coronavirus, así lo han
requerido.
Que la educación haya estado en vanguardia del servicio público en
el invierno y la primavera del 2020 no es más que el reflejo de una vocación que,
en la provincia de Badajoz, nace en el siglo XIX y hoy conmemoramos: profesorado, comunidad educativa, Fundación Juan Uña y la sociedad en su conjunto.
¿POR QUÉ LA FUNDACIÓN JUAN UÑA ASUME ESTA
CANDIDATURA?
La Fundación Juan Uña se constituye en 1997 con el objetivo de divulgar
la figura y obra de este importante pedagogo extremeño y, como testimonio de
ese legado, para defender los valores de la Institución Libre de Enseñanza, de la
Escuela Nueva o Escuela Activa, y para impulsar el desarrollo educativo y por
tanto social de Extremadura: se trata, por tanto, de un modelo de intervención
pública de la sociedad civil en busca de una Extremadura mejor. La Fundación
Juan Uña, por tanto, nace con la intención y el compromiso de cooperar con
todas las instituciones y personas que participen de la voluntad de mejora de la
educación en Extremadura. Los referentes teóricos más significativos en los que se apoya la actividad
de la Fundación son: La Institución Libre de Enseñanza, La Escuela
Nueva/Escuela Activa; así como en el buen hacer de tantos maestros y
profesores a lo largo de la Historia; esta es la base que justifica su objetivo de
contribuir al desarrollo de la Comunidad de Extremadura principalmente por
la vía de la educación. Entre sus fines están potenciar la orientación, la
investigación pedagógica, la formación del profesorado y la evaluación.
Lo resumimos en esta frase:
En el siglo XX se ha conseguido que cada pueblo y cada ciudad tenga
una escuela, deseamos que en el siglo XXI cada pueblo y cada ciudad
sea una escuela; cada plaza y cada calle una clase; cada casa un
núcleo de civismo; cada ciudadano un maestro y cada maestro uno
de los ciudadanos más respetable y más respetado de la sociedad".
Este reflejo se encuentra, también, en el Instituto Provincial de Educación
de Badajoz del que se cumplen 175 años, como protagonista de la educación de
tantos ` y extremeñas -y es importante señalar por tanto la importancia de la
incorporación de las mujeres a la educación, prolongado en uno de los dos
centros herederos, siendo Juan Uña un importante defensor de la coeducación-.
Juan Uña, nacido en Maguilla (Badajoz) en 1839, y fallece en Madrid en
1909. Fue un extremeño ejemplar que participó en la creación de la Institución
Libre de Enseñanza, trabajando activamente en la actividad educativa, en la
renovación de los métodos educativos, en promover la creación de Institutos, en
reformar la segunda enseñanza, en la dignificación del profesorado, en la
libertad de cátedra y en la mejora de la Universidad. Llegó a ser Director
General de Enseñanza.
Sin duda, Juan Uña es uno de los nombres claves de la renovación
pedagógica que vive nuestro país en la segunda mitad del siglo XIX, un
momento clave de nuestra historia que no se puede entender sin su aportación
intelectual, pero tampoco sin su impulso e iniciativa, incansable hasta su fallecimiento en 1909.
Formado en las universidades de Salamanca y Madrid, Juan Uña fue
alumno de Julián Sanz del Río, y es compañero de ilustres profesores como
Francisco Giner de los Ríos o Gumersindo de Azcárate. Profesor del Instituto
Cardenal Cisneros y archivero del Ministerio de Asuntos Exteriores, en 1865
comienza a editar la revista La enseñanza, clave para el progreso de la
enseñanza en España. Esa inquietud le lleva, durante la Primera República, a
dirigir el departamento de Instrucción Pública, dejando un legado de atención
a los docentes y de construcción de centros educativos, singularmente de
secundaria.
A lo largo de su vida no abandonó nunca este desvelo por la educación,
bien como miembro del Consejo de Instrucción Pública, bien en sus traducciones
e intervenciones como experto jurista, que además en ningún momento olvida
sus orígenes y resulta presidente honorífico del Centro Extremeño en Madrid.
Pero es aún más relevante su papel como impulsor de la Institución Libre
de Enseñanza, clave en la historia educativa de nuestro país y auténtico modelo
europeo a la altura de su tiempo, que funda como respuesta a las dificultades
que encuentran aquellos que sentían el deseo de renovar la enseñanza: en 1882
será nombrado profesor y rector de esta institución, en la que todos los docentes
se miran como modelo.
Muchos otros datos permitirían hacerse una idea de la categoría
personal e intelectual de Juan Uña, y que merecerían una intensa difusión entre
la comunidad educativa de nuestra comunidad, como motivo de orgullo, pero
sobre todo como modelo de presente y futuro: tradujo la Metafísica de Kant al
castellano en 1877 añadiendo un valioso prólogo; colaboró con el periódico y
prensa como la Crónica de Badajoz, Diario de Badajoz, Almanaque
Extremeño..., un ejemplo de compromiso con la región. SIGUE LEYENDO....