En la vida y en la política hay que saber distinguir entre hacerse
ilusiones y tener ilusiones, lo que implica partir del principio de realidad y de una actitud activa de pelear por cambiarla. Cuando acaba
el curso escolar en el que se ha aprobado la LOMCE, en un año más de
dura crisis, es necesario reflexionar. Porque si no lo hacemos sobre
nuestra práctica y sobre la situación en general, difícilmente
lograremos entender lo que pasa y, menos aún, buscar soluciones para
mejorar.
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