Image courtesy of Hal Brindley |
Autor: Benito Estrella Pavo
Desde
que el pueblo sabe leer y carece de tradiciones orales son las gentes
capaces de manejar la pluma las que proporcionan al público las
concepciones de lo que es grande y los ejemplos susceptibles de
ilustrarlas.
(SIMONE WEIL)
Borges decía que los gorilas son analfabetos porque no quieren que los pongan a trabajar. Como
pasa con todas las malignas ocurrencias de Borges, esta hay que pararse
a pensarla dos veces. ¿Acaso la alfabetización no ha sido una necesidad
impuesta por las sociedades industriales para hacer rendir más al
obrero –se preguntan algunos- y por los estados modernos para controlar
mejor a sus ciudadanos, mediante los censos, los impuestos y las
escuelas? ¿Hay en la estructura esencial del ser humano –dicen otros-
algún error esencial o pecado que lo condena al trabajo y recaba entre
nosotros, los que vivimos en culturas de libro, la necesidad de la
lectura? Entonces, ¿los analfabetos no son humanos, son como los
gorilas? ¿Se agorilan los que no leen? ¿Hemos olvidado los orígenes de
nuestra cultura judeo-cristiana en la que la lectura estaba ligada a la
fiesta y la paideia, al ocio? ¿Acaso la palabra “escuela” no significa
precisamente eso, ocio? ¿Trabajamos para vivir o vivimos para trabajar?
¿Es la lectura un problema de cantidad o de calidad?
No hay comentarios:
Publicar un comentario